Los efectos psicotrópicos que produce la mescalina en nosotros responden a la forma habitual de pensar de cada uno, de una manera única y a la vez colectiva y heredada, un escenario perfecto donde la mente siempre estará en movimiento.

Nuestra mente está siempre en constante movimiento, nunca deja de pensar, pongamos un ejemplo, imaginemos un auto que suele ir a 100 kilómetros por hora, porque lo necesita, después de tomar cualquier medicina natural incluimos té relajante de cualquier hierba, como así como Ayahuasca y San Pedro o Wachuma, nos ayuda a “reducir” la velocidad del pensamiento, el auto que iba a 100 kilómetros por hora reducirá su velocidad gracias al San Pedro Wachuma a 80 kilómetros por hora, esto significa que nosotros seguiremos pensando en ver y sentir lo mismo, solo que con una mente más tranquila y relajada, pudiendo dar su mayor potencial motivado por la quietud del silencio interno y la nutrición a través de los sonidos de la naturaleza.

Las Plantas Sagradas producen en nosotros una transformación una alquimia interna donde pasamos por un proceso suave y simbólico de "muerte y renacimiento" cada persona es muy individual y tiene diferentes tiempos de restablecerse ante los efectos de la mescalina o la medicina llamada Wachuma, el proceso de la digestión ayuda para que durante las siguientes horas y poco a poco nos sintamos muy bien, esa sensación de paz y libertad sentimos después de pasar toda la experiencia de muerte, y estamos listos para renacer compartir con una percepción diferente de la vida y de nosotros mismos